En los primeros tres meses de 2013 el precio al mayor de los productos importados aumentó 12,4%, un salto que se traduce en el más elevado de los últimos nueve años.
La dinámica de la economía indica que progresivamente los comerciantes trasladan este incremento a los consumidores y las familias sienten con mayor intensidad el efecto de la devaluación de la moneda.
Las cifras del Banco Central registran que en el primer trimestre del año el precio al mayor de los productos avícolas y pecuarios se disparó 27,9%, pescados y mariscos 23,7%, textiles 15,3%, maquinaria y equipos 15,4% e instrumentos médicos ópticos 11% entre otros.
El precio de los productos importados muestra las consecuencias del aumento en el valor del dólar tanto en el mercado paralelo como en las divisas que asigna el Gobierno a través de Cadivi y el sustituto del Sitme, el Sicad.
Presionado por la excesiva demanda de dólares el Gobierno cerró el grifo de las divisas en octubre y el tipo de cambio paralelo se disparó a máximos históricos, impulsando el precio de una amplia gama de productos importados.
El recorte se materializó a través del descenso y posterior eliminación de la oferta de dólares a través del Sitme y, ulteriormente, mediante el Sicad un sistema de subastas que tan solo ha colocado en el mercado 200 millones de dólares.
Al contrastar el primer trimestre de 2012 con el mismo lapso de este año se evidencia que la oferta de dólares por mecanismos distintos a Cadivi desciende 74% desde 2 mil 500 millones hasta 638 millones de dólares.
"Nosotros tenemos un objetivo con el Sicad, torcerle el brazo completico al dólar paralelo y lo vamos a lograr", afirmó el Presidente de la República Nicolás Maduro, el pasado 13 de abril.
Sin embargo el sistema solo ha hecho una subasta en tres semanas y está lejos de convertirse en una fuente de dólares que logre restarle peso al mercado paralelo.
Los problemas no se limitan a la sequía de divisas y el ascenso del dólar en el mercado paralelo. Presionado por la necesidad de obtener más recursos el Gobierno devaluó la moneda a fin de recibir más bolívares por cada petrodólar y el tipo de cambio al que Cadivi asigna las divisas para importaciones de alimentos, medicinas e insumos para la industria aumentó 46%, desde 4,30 hasta 6,30 bolívares.
Al consumidor
Los consumidores ya sienten el impacto de la pérdida de valor del bolívar. En el primer trimestre la inflación registró un avance de 7,9% versus 3,5% en el mismo lapso de 2012 que, principalmente, refleja el efecto que ha tenido en la economía la disparada del dólar paralelo.
Aún el Gobierno no ha permitido que los empresarios incrementen el precio de los productos regulados, algo que de no concretarse en el corto plazo podría agravar la escasez, que ya comenzó a aumentar.
Datos del Banco Central reflejan que el índice de escasez de alimentos aumentó desde 10% en septiembre hasta 17,7% en marzo.
Desde hace más de un año las autoridades no permiten incrementos en el precio del arroz, en los distintos tipos de aceite, el pollo y leche, entre otros alimentos, por lo tanto, tras la devaluación del tipo de cambio oficial la estructura de costos de las empresas sufrió una modificación importante.
Ecoanalítica señala que los productos rezagados representan aproximadamente 17,5% de la canasta de bienes y servicios que el Banco Central utiliza para medir la inflación y "una actualización de precios efectivamente implicaría un impacto fuerte".
Fuente: El Universal
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