La operación llevada a cabo por un equipo especial de varias agencias, llamada "Operación Hazoween", también involucró a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., la Administración de Seguridad en el Transporte, la Patrulla de Carreteras de California y los departamentos de policía, incluyendo las ciudades de Los Ángeles y Long Beach.
Los medios de noticias observaron en un sitio en el que la carga en contenedores que llegó en barcos se coloca en camiones con plataforma para ser distribuida por todo el país.
"Nos estamos asegurando de que todo lo que llega por el puerto y es peligroso sea transportado de manera adecuada, con los carteles y etiquetas necesarias, y que esté bloqueado y asegurado", dijo David Rice, suboficial de tercera clase de la Guardia Costera, técnico de ciencias marinas.
Garantizar el traslado seguro de ese tipo de cargas es una tarea enorme: El complejo Los Ángeles-Long Beach transportó unos 14 millones de contenedores con carga en 2011. La unidad de Rice inspeccionó 7,000 contenedores el año pasado.
Los inspectores verificaron los conocidos carteles en el exterior de los contenedores que indican factores como inflamabilidad o toxicidad.
Los contenedores con carga común, y hasta los contenedores vacíos, también fueron inspeccionados.
"Con los que no son peligrosos, solo nos aseguramos de que no haya pérdidas, de que todo esté asegurado, para no generar un riesgo de seguridad para el público cuando los contenedores lleguen a las autopistas", dijo Rice.
Debido a que los contenedores a veces sufren percances en el mar, los inspectores buscan señales de daño estructural, daños en el empaque o pérdidas de sustancias a través de las puertas.
Rice y un agente de aduanas usaron una enorme pinza para cortar los tornillos de metal codificados que prueban que nadie ha manipulado la carga en el contenedor. Golpearon ligeramente el interior de los contenedores vacíos y miraron por encima de cajas y bidones en los contenedores llenos.
Al examinar los contenedores con carteles de materiales peligrosos en el exterior, Rice y sus colegas de otras agencias primeron ventilaron el contenedor y luego usaron un pequeño dispositivo electrónico para detectar gases peligrosos.
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