Entre las medidas anunciadas el 8 de febrero por el ministro para la Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, y el presidente del BCV, Nelson Merentes, está la eliminación del Sitme como un mecanismo legal para obtener divisas. Con la acción se complica el acceso a las divisas a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que eran las que principalmente utilizaban este mecanismo para hacer frente a sus importaciones.
Si bien existe la alternativa de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), los trámites que se deben pasar para obtener divisas por este medio son laboriosos, en especial para las Pymes que suelen contar con poco personal. Entre los requerimientos para pasar por la única ventana legal que queda en el país para obtener divisas está la solvencia laboral, los certificados de no producción por citar algunos.
El abogado, Juan Manuel Raffalli, señaló que legalmente no existe ninguna distribución entre el tipo de empresas a las que se solicitan este tipo de documentos. "No se toma en cuenta el capital, el volumen en ventas o nivel de distribución. Se coloca a pequeñas con grandes empresas", dijo.
En este caso una de las principales diferencias es que las compañías de mayor tamaño están acostumbradas a este manejo, y además cuentan con departamentos para atender estos requerimientos legales. "En el caso de las Pymes muchas tienen sus balances ajustados, y contratar o dedicar personas a estas labores implica recargar la nómina aún más", agregó el abogado. En su rueda de prensa de esta semana el presidente de Fedecámaras, Jorge Botti, también alertó sobre el riesgo para las Pymes de que no exista un mecanismo alternativo a Cadivi para acceder a divisas.
Pero más allá de los problemas para reunir toda la permisología necesaria para llegar a Cadivi y seguir con su actividad, Raffalli considera que hay otra desventaja que afrontan las Pymes ante la eliminación del Sitme. El jurista explicó que las empresas grandes tienen poder de negociación con los proveedores en el exterior, gracias a los volúmenes y cantidades de dinero que se manejan.
Gracias a ello las grandes empresas disfrutan de créditos de sus proveedores en el extranjero, que incluso permiten retrasos en los pagos de más de 150 días por la lentitud en las liquidaciones de Cadivi. En el caso de las Pymes la situación es distinta, pues las transacciones son por volúmenes menores. "Cuando se trata de un mediano o un pequeño es muy probable que le diga no te espero", comentó.
Esto podría colocar en riesgo la operatividad de este tipo de empresas que antes a través del Sitme podían acceder a divisas sin tantos requerimientos. EM
Fuente: El Universal
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