El sábado se perdió con el Boeing 777 que iba a China con 239 personas a bordo. No hay indicios de qué ocurrió y los investigadores no descartan ninguna hipótesis, incluso la de un atentado.
A pesar del intento de aferrarse a alguna certeza, el desconcierto y el misterio imperan en la investigación de la desaparición del vuelo de Malaysia Airlines, con 239 personas a bordo, del cual no se sabe nada desde el sábado a la mañana, una hora después de su despegue. Los hallazgos de pedazos de metal y en el mar del sur de Vietnam, que aparecían como las únicas pistas, resultaron ayer no tener vínculo con el caso. Por ahora, la posibilidad de un atentado terrorista –sin grupos que se lo adjudiquen– se sostiene con línea que indaga la identidad de cuatro pasajeros, dos de los cuales abordaron la nave con pasaportes falsos.
“Es un misterio sin precedentes en la aviación”, aseguró ayer el director de la autoridad de Aviación Civil de Malasia, Azharuddin Abdul Rahman, quien detalló que una de 40 barcos y 34 aviones de diez países distintos mantenían sin descanso una búsqueda en el mar para hallar algún resto del . Dijo que más de 1.000 personas realizan la búsqueda en un de 185 kilómetros alrededor del último punto en el que se supo de la ubicación del vuelo MH370. No se ha detectado ninguna señal del avión desde la madrugada del sábado, cuando estaba en su altura de vuelo y no mostraba señales de alerta. EE.UU., que envió dos buques, Vietnam, Australia y China son algunos de los países que tratan de hallar la nave.
Ante la falta de información, las hipótesis no se reducen ni se descartan. Para los investigadores del FBI y de la policía malaya, entre las posibles causas de la tragedia figuran una explosión por una descompresión repentina, la detonación de una bomba, un grave fallo de motores, turbulencia extrema o un error del piloto. Los registros de los radares militares malayos muestran que el Boeing 777 pudo dar la vuelta a la ruta prevista, algo que la tripulación debería haber hecho de inmediato y no hizo.
Esa información obligó a extender la búsqueda a la costa oeste de Malasia y al mar de China Meridional. La nave tuvo su último contacto con el aeropuerto de Kuala Lumpur en algún punto entre Malasia y Vietnam. Todo indicaría que cayó al mar cuando volaba a altitud crucero, por arriba de los 10.000 metros. Si hubiera habido una detonación a altura es muy probable que los restos se hubieran desintegrado o reducido drásticamente su tamaño. La profundidad de las aguas –unos 80 metros en esas costas– no resultarían una dificultad para el rastreo, si se piensa que en otros casos, como el avión de Air France que cayó tras despegar de Río de Janeiro en 2009, había caído en aguas más profundas de 4.000 metros, y sus restos se divisaron al día siguiente.
Respecto de la investigación por la utilización de dos pasaportes falsos de un ciudadano italiano y otro austríaco, se supo ayer que los tickets fueron vendidos en Tailandia y fueron gestionados por un operador iraní, conocido por las vendedoras de la agencia como el “señor Alí”, un “habitual y confiable” cliente. Los dos pasajes fueron comprados juntos e iban de Kuala Lumpur a China, donde harían escala para volar a Dinamarca. La policía no descarta que puedan haber sido personas que querían dejar su país de origen y que con pasaportes falsos se les facilitarían todos los trámites migratorios.
El inspector de la policía de Malasia, el general Khalid Abu Bakar, dijo que se ha identificado a uno de los dos pasajeros que embarcaron con pasaportes falsos, aunque no dio su nombre ni su nacionalidad. El sospechoso fue identificado con ayuda de una agencia internacional de inteligencia, señaló. Los agentes del FBI que investigan la posibilidad del atentado rastrean células terroristas en el sudeste asiático para ver si alguna de las múltiples facciones desperdigadas por la zona reivindica un ataque al avión, algo que sucede casi de inmediato en golpes de ese tipo. Dada la cantidad de ciudadanos chinos (153) que viajaban, apuntan a las actividades de la minoría islámica secesionista Uigur, que hace pocos días ejecutó un violento ataque a cuchilladas en la estación de tren de Kunming, en China, donde murieron 30 personas.
Fuente: Nuestro MAr
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