Los astilleros japoneses multiplicaron por más de dos la cantidad de órdenes de construcción recibidas en el primer , en comparación con igual período de , confirmando un reverdecer del apetito global por las construcciones japonesas con el estímulo de un menor valor de cambio del yen frente al .
De acuerdo con los datos suministrados por la Asociación Japonesa de Exportadores de Buques (JSEA), entre enero y junio se recibieron órdenes por 166 barcos, frente a los 67 encargados en el primer semestre del año pasado. En términos de arqueo total, las cifras para el 2013 duplican en el semestre comparado a las de 2012.
En particular, el salto resultó muy marcado en el mes de junio, cuando los astilleros japoneses ganaron 38 nuevos barcos, frente a tan seis de junio de 2012. La mayor cantidad de órdenes en junio, se concentró en buques handysize -16 encargados-, seguidos de ocho handymax y cinco panamax, todos para el transporte de cargas secas a granel. Los astilleros consiguieron también órdenes de construcción para dos buques de transporte de GNL.
Muchos armadores extranjeros se vieron atraídos por los astilleros japoneses a raíz de su reputación en la construcción de buques más eficientes en materia de consumo de combustible, que sus rivales de Corea del Sur y China.
Este importante repunte en el trabajo –un verdadero salvavidas para muchos astilleros japoneses- no ha reducido el proceso de reducción y fusiones en marcha en el sector.
Tsuneishi Shipbuilding informó el 17 de julio que estaba vendiendo su planta Tadotsu Shipbuilding Co a la firma Imabari Shipbuilding, para consolidar sus operaciones en Japón y potenciar a sus astilleros en el exterior como sitios primarios de construcción naval.
“Tsuneishi Shipbuilding continuará promoviendo nuestro negocio, apoyado en sus plantas del exterior como sitios principales de construcción. Sin embargo, mantendremos las iniciativas de avance tecnológico en nuestras plantas locales, las que seguirán constituyendo espacios cruciales para nuestro desarrollo”, afirmó Tsuneishi. La venta a Imabari se concretará en el segundo semestre de 2014. La compañía quedará con un único astillero en Japón, en Fukuyama, y con sus plantas en Filipinas y China.
Para Imabari, el acuerdo significará incorporar su novena planta de construcción.
El presidente de Imabari, Yukito Higati, declaró ante la prensa local el día 17, que más allá de la planeada adquisición del astillero de Todatsu, Imabari en su conjunto reducirá su producción en un 10% este año, en un intento por enfrentar el desbalance entre oferta y demanda de nuevas construcciones.
También dijo que Imabari, con un 26% del mercado de construcción naval en Japón, no va a encarar fusiones con otros constructores, por considerar escaso el beneficio de un mayor crecimiento. En su lugar, explicó, se considerarían asociaciones más limitadas en la construcción de buques específicos.
Imabari y su rival Mitsubishi Heavy Industries han lanzado varios proyectos conjuntos desde el año pasado que incluyen acuerdos colaborativos en materia de buques portacontenedores y maquinaria de cubierta. Han recibido también una orden conjunta para la construcción de dos buques de transporte de camiones y automóviles de la naviera Nippon Yusen Kaisha.
Por su parte, los constructores IHI y Universal Shipbuilding concretaron su fusión en enero último, para formar Japan Marine United.
Fuente: Mundo Marítimo
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