Guardacostas estadounidenses llevaron a cabo el hundimiento del buque fantasma japonés que se encontraba ante las costas de Alaska, llevado por el tsunami de marzo de 2011 en Japón ya que suponía un riesgo para la navegación marítima. La nave a la deriva fue vista primero, el 24 de marzo, en el Océano Pacífico frente a las costas de Canadá. Pero luego comenzó a derivar frente a aguas estadounidenses, a lo largo de Alaska.
"El navío presenta un serio peligro para la navegación", explicaba Sara Francis, portavoz de los guardacostas de Alaska. "No tiene nadie a bordo, no está iluminado y está a la deriva. En la oscuridad, es un riesgo importante para los otros buques que transitan por el área", agregó.
No hay riesgos medioambientales
Del lado medioambiental, los guardacostas minimizaron los riesgos: "Si hay algún combustible a bordo, probablemente sea diesel, que se disolverá rápidamente y no representará más que riesgos limitados para el medio ambiente", dijo Francis.
Las autoridades canadienses habían descartado cualquier peligro cuando el navío derivaba ante sus costas y habían señalado que lo hundirían sólo si se acercaba a menos de 12 millas náuticas de la orilla. El propietario japonés de la embarcación, por su parte, ya había dicho que no tenía la intención de recuperarlo.
Este buque fantasma es el primer objeto de gran tamaño que atraviesa todo el Océano Pacífico desde Japón hasta las costas norteamericanas tras el tsunami del 11 de marzo de 2011. Según investigadores de Hawai, se espera que grandes cantidades de escombros japoneses comiencen a llegar a las costas americanas a principios de 2014.
Fuente: Telecinco, España
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